A partir de 2025, Guatemala implementará una nueva normativa que obligará a los ciudadanos a clasificar sus desechos en tres tipos: orgánicos, reciclables y no reciclables. El propósito de esta medida es clasificar adecuadamente los residuos y fomentar el cuidado del medio ambiente.
Muchas personas piensan que separar la basura puede ser complicado, pero en realidad, con algunas normas básicas y buenos hábitos, es un proceso fácil de hacer. Además, esta acción contribuye a una mayor conciencia ecológica y nos ayuda a comprender mejor el impacto de nuestras decisiones diarias en el planeta.
¿Qué son los desechos orgánicos y cómo identificarlos?
Los desechos orgánicos están compuestos por desechos de origen natural que se descomponen fácilmente, aportando nutrientes al suelo. Algunos ejemplos comunes en el hogar incluyen:
En la cocina:
Restos de alimentos
Cáscaras de frutas, verduras o huevos
Residuos de café
Migajas de pan o tortillas
Huesos de carne
Bolsitas de té usadas
En otras áreas del hogar:
Ramas de árboles
Trozos de madera
Hojas secas
Césped cortado
Flores marchitas
¿Qué se considera basura reciclable y cómo clasificarla?
Para que los materiales reciclables puedan ser procesados adecuadamente, deben estar limpios y libres de restos de alimentos. Antes de reciclarlos, recuerda que deben estar limpios y secos. Entre los materiales reciclables más comunes encontramos:
Latas de aluminio de alimentos y bebidas
Tubos de cartón de papel higiénico o toallas
Envolturas de productos alimenticios limpias
Cajas de cartón de cereales
Botellas y frascos de vidrio
Envases tetrapack (leche, jugos, etc.)
Papelería como periódicos, cuadernos y libros
Envases plásticos de yogurt, crema o queso lavados
Pajillas plásticas
¿Qué se considera basura no reciclable y cómo clasificarla?
Este tipo de residuos no se pueden reutilizar ni reciclar, por lo que deben ser enviados a los rellenos sanitarios. Algunos ejemplos incluyen:
Servilletas usadas con restos de comida
Papel higiénico usado
Pañales desechables
Productos de higiene personal como toallas sanitarias
Colillas de cigarro
Material médico como curitas, jeringas y gasas
Bolsas plásticas con residuos de alimentos
Productos de duroport
Platos y vasos desechables de plástico rígido
Facturas o recibos de pago
Preguntas frecuentes sobre el reciclaje
¿Es necesario comprar recipientes o bolsas específicas para separar los residuos?
No, se pueden usar bolsas, cajas o costales disponibles en casa. La normativa no exige colores específicos, por lo que puedes reutilizar bolsas plásticas de compras.
¿Es necesario remover las tapas de las botellas?
No es indispensable, ya que, durante el proceso de reciclaje, las municipalidades realizarán una clasificación más detallada.
¿Qué hacer si no estoy seguro de si un residuo es reciclable?
En caso de duda, es mejor incluirlo en la categoría de reciclables. Las autoridades encargadas harán la clasificación correcta.
¿Es necesario lavar los residuos reciclables?
No, no es necesario. Sin embargo, para entregar los reciclables es importante que estén limpios y secos, lo cual se logra con un enjuague rápido.
Consejos prácticos para reciclar en casa
Reciclar es una acción importante para reducir los desechos y cuidar el entorno. Aquí algunos consejos que te ayudarán a hacerlo de manera sencilla:
Compra solo lo necesario para reducir desperdicios.
Coloca contenedores separados para cada tipo de residuo.
Informa a la persona encargada de la recolección sobre la clasificación.
Lava los envases reciclables antes de desecharlos.
Reutiliza frascos de vidrio para almacenar alimentos o decorar.
Convierte ropa vieja en trapos, juguetes o bolsas reutilizables.
Usa latas de aluminio como macetas o portalápices.
Reutiliza hojas de cuadernos viejos para hacer nuevas libretas.
Clasificar los residuos correctamente es un paso clave para contribuir a un ambiente más limpio y sostenible. Recuerda que en Cemaco contamos con los productos necesarios para empezar con este cambio en tu hogar.
Con la entrada en vigor de esta nueva ley en Guatemala, todos podemos ayudar adoptando prácticas sencillas pero significativas. Recuerda que el cambio empieza en casa y, con pequeños esfuerzos, podemos generar un impacto positivo en nuestro entorno.
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